El Club Deportivo Pamplona se fundó el 31 de octubre de 1958. Sus fundadores entrenaban al equipo “Larrabide”, antiguo Ruiz de Alda, y estudiaban una oferta de los PP.Jesuitas para encauzar a sus alumnos futboleros. Al final tiraron por la calle de en medio, juntaron jugadores del “Ruiz de Alda”, Larrabide y Jesuitas y abrieron las puertas al resto de chavales de la ciudad y extramuros, dando salida a su ilusión de fundar un equipo propio, y dar auge y categoría al fútbol juvenil.
Poco dudaron en elegir un nombre para el Club: “Pamplona”. Y como el color verde ya estaba ocupado, optaron por la franja diagonal verde como señero de nuestra ciudad, la vieja Iruña.Hoy en día esa camiseta ha sido y es, orgullo e identidad en su contacto con el deporte, para miles de pamploneses y para todo aquel que se la ha enfundado.
Desde el año 1958 al 1962 tuvimos un solo equipo juvenil. Luego vino el 2º equipo de fútbol, el “Larrabide” y posteriormente se llegaron a fomentar las disciplinas de fútbol, baloncesto, balonmano, atletismo. Llegamos a tener equipo de fútbol femenino, y también equipo de natación. Entre finales de los años 60 y principios de los 70, principalmente por falta de instalaciones, fueron despareciendo todas las secciones y el Club volvió a sus orígenes y se decantó por el fútbol.
Desde el año 1.974 contamos también con una sección de béisbol.
El esfuerzo por dotar de vida al CD Pamplona ha sido todavía más meritorio para un Club con hábitos de nómada. Se empezó jugando en el Ruiz de Alda (actual Larrabide), se continuó en el antiguo Estadio Mola (junto a las murallas de la Ciudadela) para dejar huella en nuestro paso por Echavacoiz, Jesuitas, Soto de Lezkairu. Posteriormente han jugado y juegan distribuidos por Úcar, Paternáin, Noain, Larrabide, Colegio Amigó, Colegio San Agustín, PP.Paules, Ororbia, etc. con el consiguiente pago por alquiler.
La parte de locales para oficina ha tenido algo más de suerte, empezamos llevando los papeles por las calles P. Calatayud, S. Francisco, Duque de Ahumada, Navas de Tolosa y Zapatería, hasta que gracias a la intermediación del P. Ciriano, nos colocamos en la calle Estafeta. A raíz de la desaparición de las diferente secciones y siendo tal el número de jugadores y equipos que movíamos, con los gravámenes e inconvenientes de todo tipo que supone no contar con instalaciones propias, el Club se empeñó en la compra de unos terrenos donde ubicar sus instalaciones. Mediante ayudas y aportaciones de los socios, además de créditos concedidos por entidades financieras, el CD Pamplona adquirió 65.000 metros cuadrados. Fueron unos tiempos muy difíciles: alquileres de otras instalaciones, viajes, material deportivo, devolución créditos, arbitrajes, etc., en resumen: fueron unas exigencias económicas que a duras penas se pudieron soportar. Con gran sacrificio y esfuerzo todo está pagado.
Manolo Fau y Alfonso Artega fueron los ilusionados fundadores del Club Deportivo Pamplona y su proyecto, además de ser sus grandes valedores durante muchos años. Hoy día los actuales directivos, al igual que otros anteriormente, con la lógica adaptación a los tiempos, siguen fieles a la filosofía fundacional. Hemos sido y somos un Club sin ánimo de lucro. Un Club dónde todos colaboran de forma altruista. Un Club donde todos los jugadores pagan una cuota como actividad extraescolar, además de pagarse parte del material deportivo. Este Club intenta ser una gran familia, donde tienen cabida los que están y los que ya se marcharon. El chaval recibe, junto a la educación deportiva, un trato personal que dota a la entidad de un carácter particular. El Pamplona inculca a sus jugadores destreza técnica y, lo que considera básico en las categorías inferiores de fútbol, rueda a todos los componentes de la plantilla con el fin de que todos jueguen similar numero de minutos.
Además de los más conocidos, son varios miles de anónimos ciudadanos los que han pasado por la escuela del Pamplona y conservan con orgullo alguna fotografía con la camiseta franjiverde. Es habitual ver pasar a varias generaciones de una misma familia, signo inequívoco de satisfacción con el funcionamiento de la entidad.
El Club Deportivo Pamplona ha tenido que salvar muchos obstáculos desde su fundación. Sin campos propios donde jugar, ni locales donde establecerse, el Club ha logrado crecer superando cuantas adversidades le han salido al paso. A pesar de ser propietario desde 1974 de 65.000 metros cuadrados en la zona de “El Garitón” en Pamplona, jamás hemos tenido una ayuda, por parte de la Administración ni de nadie, para construir nuestras instalaciones. Siempre y en todas direcciones hemos cumplido y cumpliremos nuestros compromisos. A veces hay que tomar decisiones. Que nadie nos pida cuentas que no le corresponden. Esa ha sido y es nuestra responsabilidad. Con esa responsabilidad el C.D. Pamplona nada debe, ni en pesetas, ni en euros. Hacemos deporte de base y lo gestionamos con nuestros recursos.
Recientemente el Gobierno de Navarra nos ha realizado una expropiacion negociada y los terrenos los tenemos en el termino de Lizasoain (Cendea de Olza).
Parece fácil contar así de resumida la historia pasada y presente, pero son miles de partidos y sobre todo y por encima de todo, han sido y son, cientos de personas manteniendo encendida una mecha, han sido muchos los momentos de ilusión compartida, todo lo hemos hecho desde la abundancia de intenciones y la escasez de medios. Hemos sido y somos un grupo enormemente compenetrado, con muchísimas horas de dedicación y montañas de proyectos.
Ha habido dudas, dificultades, preocupaciones y algún sinsabor. Pero las alegrías y satisfacciones han pesado infinitamente más en la balanza de la historia. Y con nada pueden pagarse las amistades logradas. Incluidas las Instalaciones, que parecían imposibles, se han logrado casi todas las metas que se propusieron allá por 1958. Especialmente hemos conseguido la principal: que nuestros chavales crezcan jugando.
EPÍLOGO
Esta es la historia pasada y presente de nuestro Club. La presente y futura la seguiremos contando, entre otro sitios, en esta Web, en sus apartados correspondientes.